Un huerto urbano escolar ofrece numerosos beneficios educativos, sociales y ambientales, lo que justifica su implementación en las escuelas. Algunas de las principales razones son:
1 Aprendizaje práctico: Los niños y niñas pueden observar y participar en todo el proceso de siembra, cuidado y cosecha de las plantas, lo que promueve un aprendizaje significativo.
2 Conexión con la naturaleza: En un entorno urbano, los huertos escolares proporcionan un espacio para que nuestras criaturas se conecten con la naturaleza y desarrollen una apreciación por el medio ambiente. Al involucrarse con la tierra, las plantas y los animales, los niños y niñas pueden desarrollar un mayor respeto y cuidado hacia la naturaleza.
3 Desarrollo de habilidades sociales y emocionales: Trabajar en equipo en el huerto escolar fomenta el desarrollo de habilidades sociales, como la colaboración, la comunicación y la resolución de problemas.
4 Sensibilización ambiental: nos ofrece una oportunidad para que el alumnado comprendan los desafíos ambientales actuales, como la escasez de recursos, el cambio climático y la pérdida de biodiversidad. Al participar en prácticas sostenibles, en nuestro caso: el uso eficiente del agua, intentamos que tomen conciencia y que en el futuro puedan adoptar comportamientos más responsables.
Los beneficios educativos, sociales y ambientales que nos proporciona el huerto escolar, promueven un aprendizaje práctico, la conexión con la naturaleza, hábitos saludables, habilidades sociales y emocionales, así como la sensibilización ambiental.

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